La escalada del conflicto armado internacional en Ucrania ha causado víctimas civiles y la destrucción de infraestructuras civiles, obligando a la gente a huir de sus hogares en busca de seguridad, protección y asistencia. Millones de refugiados de Ucrania han cruzado las fronteras hacia países vecinos, y muchos más se han visto obligados a desplazarse dentro del país.

“La situación es desconcertante, es lo que me dicen varias mujeres ucranianas con las que hablo. Coinciden en restar importancia a los bienes materiales, incluido el techo bajo el que criaron a los hijos que las acompañan, y que, como pueden saber por las noticias, ahora se ha convertido en ruinas. Lo realmente desgarrador ha sido dejar a sus maridos luchando con recursos rudimentarios contra un Goliat armado de pies y manos. Las dos palabras típicas de cualquier despedida «hasta pronto» han sido sustituidas por «te amaré para siempre». Las posibilidades de sobrevivir oscilan al ritmo de las bombas y de las decisiones que toman los líderes políticos coaccionados por intereses económicos.”

Esta serie de fotografías fueron tomadas en la frontera polaca de Medyka y la localidad de Przemyšl durante el mes de marzo de 2022. Fotografías que nos acercan a una realidad que, por lejana que nos parezca geográficamente, pone en perspectiva la fragilidad del tejido social que nos llevó a desarrollarnos como especie civilizada.