Los nombres por sí solos evocan el horror y la sensación de parálisis en torno a la violencia con armas de fuego en los Estados Unidos. Pero por desgarradores que sean, ni los nombres ni los titulares ni los interminables bucles de videos transmiten el verdadero costo de las armas. Ninguna otra nación de altos ingresos en el mundo se acerca a la tasa de muertes por armas de fuego de Estados Unidos.

La tasa de homicidios con armas de fuego en Estados Unidos es 25 veces más alta que en otros países ricos; para los jóvenes de 15 a 24 años, la tasa es 49 veces más alta. La tasa de suicidios relacionados con armas de fuego es ocho veces más alta. Estas tasas desproporcionadamente altas de muertes por armas de fuego no reflejan la clasificación global de Estados Unidos en homicidios generales (112.º en el mundo) o suicidios (50.º). Si bien las tasas generales de muertes por armas de fuego en otros países ricos han disminuido en los últimos años, las tasas en los Estados Unidos se han mantenido sin cambios.